Conclusiones con respecto a la Implantación de Suelo Industrial
La implantación de suelo industrial en la isla de La Gomera se presenta como una necesidad apremiante, especialmente dado el crecimiento previsto en el sector industrial y la demanda de nuevas infraestructuras que permitan a las empresas locales prosperar y a nuevas inversiones aterrizar en la isla. El reto radica en encontrar un equilibrio entre el uso eficiente de los suelos industriales ya existentes y la proyección de nuevas zonas dedicadas a este tipo de actividad. Para fomentar el desarrollo de las empresas del sector industrial, es esencial contar con un plan bien estructurado que contemple no solo el presente, sino también las futuras necesidades de crecimiento económico.
La correcta planificación de estas áreas industriales no solo debe atender a las necesidades inmediatas de las empresas, sino que también debe prever el crecimiento futuro y asegurar que La Gomera se posicione como un lugar competitivo para el desarrollo industrial en Canarias. Esto implicaría también coordinarse con el planeamiento urbanístico vigente y con las normativas regionales, como la Ley de Suelo y Espacios Naturales Protegidos de Canarias, para garantizar que el uso del suelo sea coherente y sostenible.
En vista de lo expuesto, y sin perjuicio de la viabilidad de ciertas actividades industriales en suelo rústico, tal como se apuntó anteriormente, se concluye que únicamente en los municipios de San Sebastián de La Gomera y Valle Gran Rey existe actualmente suelo específicamente destinado a la implantación de actividades propiamente industriales y/o terciarias. Estas áreas son esenciales para el desarrollo económico de la isla, pero su limitación en cuanto a superficie y disponibilidad pone de relieve la necesidad de una planificación más amplia para satisfacer la creciente demanda industrial.
Aunque el planeamiento municipal vigente permite la inclusión de pequeña industria o industria artesanal como uso compatible en zonas residenciales, esta medida resulta insuficiente si el objetivo es disponer de suelos específicos, delimitados e independientes, que puedan soportar actividades logísticas y de mediana industria. Estas actividades requieren superficies amplias e infraestructuras especializadas que, en su estado actual, no pueden ser cubiertas por los usos mixtos en zonas residenciales. Esto subraya la importancia de contar con áreas industriales bien definidas, capaces de satisfacer tanto las necesidades actuales como futuras de la isla.
A tales efectos, y de acuerdo con el diagnóstico de necesidades industriales realizado en este estudio, se propone la modificación de los instrumentos de ordenación en aquellos municipios que deseen adecuarse a las expectativas de los interesados en este tipo de uso. Esta modificación debe regirse por lo dispuesto en el artículo 138 de la Ley del Suelo y Espacios Naturales Protegidos de Canarias (LSENPC), a través del procedimiento establecido en los artículos 162 y siguientes de dicha ley.
Este proceso de modificación puede implicar, por un lado, la reclasificación de suelo rústico como suelo urbanizable con destino industrial, o, por otro, cambiar el uso de suelos ya clasificados como urbanizables que aún no han sido desarrollados para que se destinen a usos industriales. Esta última opción sería especialmente viable en municipios donde exista una previsión de crecimiento industrial que no puede ser atendida con las infraestructuras actuales. La planificación y ejecución de estas modificaciones es esencial para garantizar que los municipios puedan satisfacer las necesidades de las empresas locales y atraer nuevas inversiones industriales.
Es importante señalar que dicho proceso supondría una modificación sustancial del modelo urbano del municipio, ya que cambiaría la vocación del suelo hacia un uso predominantemente industrial. Este cambio puede ser iniciado en cualquier momento por el Ayuntamiento, como administración competente en esta materia, pero requiere de un fuerte consenso entre los promotores locales, empresarios y la propia corporación municipal. La gestión urbanística que esto conlleva es compleja y requiere coordinación entre todas las partes involucradas para asegurar su éxito, dada la implicación de importantes recursos económicos y logísticos.
No obstante, también cabe la posibilidad de que la implantación de estos suelos industriales parta de una iniciativa insular. De acuerdo con la LSENPC y el propio Plan Insular de Ordenación, el Cabildo Insular de La Gomera tiene la competencia para delimitar áreas estratégicas dedicadas a actividades industriales de interés insular. Este enfoque permitiría al Cabildo intervenir de manera más proactiva, facilitando el desarrollo de zonas industriales que respondan no solo a las necesidades municipales, sino también a un planteamiento de desarrollo económico más amplio y coordinado en toda la isla.